Porque en Migas construimos todo un universo de variedad a partir de harina, agua, fuego, sal y levadura. Sin misterios, sin secretos. Respetamos los ingredientes y los procesos, mimamos el pan para conseguir que sea digestivo, nutritivo y menos calórico.
Nuestros panes están vivos porque están fermentando 12 horas y, como los buenos vinos, mejoran con el tiempo, dando como resultado un pan con aroma y con sabor.
El pan de Migas es respetuoso con la tradición pero respira innovación, está elaborado desde la simplicidad buscando la profundidad para alcanzar la máxima calidad.
El pan es un alimento saludable, pero además puede ser natural, sin aditivos y diverso, con tantos sabores y formatos como puedas imaginar.